Antonio Cuestas- Bitácora Civil

Que conste que no tengo nada contra lo digital, es más me gusta mucho.

Al hilo de la noticia de la foto del 6 de noviembre en La Nueva España mi amigo, Plácido, ingeniero, me comparte esta reflexión, en la que estoy de acuerdo y que creo que la mayoría de la gente no es consciente:

La mayoría de las tecnologías industriales, a pesar de que todo el mundo piensa que estamos en la era digital, siguen sin ser digitales. Eso sí, las últimas tecnologías no se aprenden en las escuelas de ingeniería.

De cuando tenía apenas 7 años. Trubia, curso 1966-67. Escuelas de la Plazoleta, hoy Centro de Salud.

Mi suegra, mi madre (qepd) y mi mujer en Oviñana, Cudillero.

Sol vespertino desde el exterior de la muralla, a unos escasos 200 m. de la Explanada de las Mezquitas y del Muro de las Lamentaciones.
Lo verde, en el valle, es un cementerio católico; la primera iglesia nos señala el Huerto de Getsemaní, y lo que se ve en la ladera del Monte los Olivos -a la derecha- son tumbas de cementerios judíos. (Feb 2020)

De Cangas del Narcea a Monforte de Lemos, la tierra de mi padre (q. e. p. d.), donde, entre otros edificios destaca  La Compañía ( jesuita en su origen), hoy Escolapios, con su escalera en espiral y sus cuadros de El Greco. Se le  conoce como El Escorial gallego.

Cuántos buenos recuerdos de la familia y los veranos con sus verbenas y aquellas buenas mozas gallegas.

No se puede dejar de señalar el castillo de los condes de Lemos que domina la ciudad, impresionante, muchos kilómetros de paisaje a sus pies. Creo que fue Góngora quien dejo escrito algo así como cuánto imperio veo. Hoy es un excelente parador nacional.
Quien esto escribe no puede dejar de lado la pasión por este pedazo de tierra entrañable, pero les aseguro que la gente hace mejor todavía esas fotos.
Vayan y pruébenlo.

El otro día estuve hablando con un buen amigo que se crió por allí y busqué alguna foto de recuerdo de mi paso por el parador.
Todas las habitaciones tienen un par de madreñas a la entrada a modo decorativo.
De los paradores nacionales es uno de los más grandes y de los mejor valorados por los clientes. El Monasterio de Corias es un edificio impresionante rodeado de viñedos que proporcionan el cada día más excelente vino de Cangas.
Cangas del Narcea tiene una gran historia, y eso a pesar de arquitectos afrancesados (José Gómez) que voló muchos de sus preciosos palacios para dárselas de «moderno». Quedan entre otros los de Omaña y los de los condes de Toreno (los Queipo de Llano son originarios de allí)
Sus viñedos, su paisaje, sus parques naturales, los impresionantes Fuentes del Narcea y Muniellos, el mayor robledal de Europa, con lagos arriba, es un espectáculo del que tuve la suerte de poder gozar en mis años más jóvenes.

Hotel Parador de Corias, Internal patio and Gardens